martes, 31 de agosto de 2010

Punto seguido

A veces, mientras la sombra se estira sobre ese piso de goma gris, pintando de sombra esos caños cada vez más estudiados, la ronda de mates del día se pone en el papel de ábaco y descubre tanto que hace querer devolver. Hoy hablan para decir que están de paso y nada más. Paulatinamente se van universalizando, para su fácil comprensión y almacenamiento, sus rasgos cada vez menos prominentes. Y es que en pos de mantener un linaje se sacrifican tantas larvas que nadie come los cimientos, entonces crece cortando el cielo una pila de celdas vacías. Y a la vez que la arena se vuelve más impenetrable, los pies pierden filo y se vuelven caldo frío; débiles, inútiles. Atados a un gráfico desproporcionadamente alto, hipersensibilizados a los aleteos de criaturas mínimas, no les queda otra que pasar de página y esperar que la siguiente baldosa, por lo menos, sea de otro color.
La sombra se atrinchera en el fondo de las zanjas que solían ser río y cable del suelo ahora irreconocible. Las nubes pierden la forma por tanta vuelta sin explosión, hasta el punto de anticipar el patrón, hasta volverse entramado, hasta que el viejo exiliado que vive entre chatarra de otros pierde la capacidad de asombro y se rinde, oxidado.
Mientras tanto, la torre estira el cuello. Quiere besar el castillo en el cielo que parece cada vez más cercano. Canta antes de tiempo; baña de luz los pisos plásticos, que se derriten y mutan en la pesadilla líquida desequilibrante, aturdidora y cruel para con todos los sentidos, que burbujea burlas y no se cansa de repetir lo tarde que es. Sólo seca y deja al mando a lo único peor que ella cuando se disuelve en jugos la lección.
Y el réquiem de esa falsa pasión de una vida desperdiciada resuena más allá del campo de gravedad, más todavía después de apagada una verdad; vibra y rompe dientes en el próximo escalón, en otra habitación. Y en forma de alta frecuencia traspasa e inquieta, produce un algo. No hay descanso. A cada trago real se hace más nítido, pierde lo críptico.
El cuenco, mientras se vacía, revela mundos escondidos, otros rayos de la rueda hoy ensombrecidos. Pero gira. Las cimas de plástico no resisten una vuelta completa, despegan rápido y no muy lejos del planeta se rinden para llover pero no en línea recta.
Gotea el ácido sobre la próxima era. El viejo se levanta, se lava el óxido con la tormenta. Sin embargo no se lamenta, hoy empieza.


jueves, 26 de agosto de 2010

Apuntes

Algún día voy a aspirar las paredes,
y de las furiosas redes
de las entrañas de la aspiradora,
voy a sacar de a una las notas.

Después de que levantes la primera,
una mañana, a tu puerta;
y después de que te comas muchas migas,
vas a saber el gusto de la que se aproxima.

Espero que toques el hombro más inesperado,
que me crispe, sobresaltado.
Después de tanto pensar en el viento
ya creía que se había borrado.

Recién ahí va a empezar el cuento,
digeriste pistas según tu punto de vista.
Y el sueño ácido que debería haber sido
va a esperar a nacer solito.

Sorpresa

No paraba de mirar para todos lados.
Ni tiempo para ver dejaba.
Cero puntos ciegos, sin distracción, desesperado.
Pero insoportable.
Se colgaba de la reja, gritaba,
¿Donde está?¿Por qué tardaba?
Dijo que tenía una sorpresa.
Había estado en ese lugar esperando una eternidad.
Se dio vuelta un rato, miró la huerta,
los arcos, y ya lo esperaban en la puerta.
La sorpresa es sorpresa,
comentémosla el lunes.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Cascada de fichas

Un día sintio luchar en su nariz a los otros aires.
Viviré en una cascada de fichas pero creo ser feliz, dijo.
Salió corriendo. Sabía que, o empujaba y tiraba,
o esperaba a que apareciera alguien más cerca de la pared.
Todos seguían camino cuesta abajo,
en una sincronía perfecta, ¿Improvisada?
Es lo que se dá. En realidad eran sólo empujones.
Pero... ¿El último envión Dónde empezó?
¿Donde terminan los hombros?¿O más atrás?
Como para que entiendas...
Brazos fantasmas atan manos con espaldas,
y en cadena creen tirar de la más profunda de las anclas,
pero sólo son una recta en un pozo sin fondo.
Mientras, llueven fichas.
Buscando trepar por la lluvia, arañó la forma
y se volvió gota. Una entre muchas,
nadó siempre con su grano a cuestas.
¿Otra historia de estas?
Bueno... cayó, vio la luz; y cuando estaba por entrar,
de nuevo, desde el cielo, no reconocía nada.
Al final, en un cajón de una mesa ratona, se oxidaba.
¿Al final?

sábado, 14 de agosto de 2010

Lo mismo

Una piedra que tiró un marciano alguna vez,
que llegó a orbitar a la luna de la tierra del sol,
vino a decir que da vueltas en torno a sí
algo que nunca vamos a ver;
y que de alguien escuchó,
que el sol arrastra todo bajo su luz
por su propio camino, en falso espiral,
alrededor de un satélite de un "hijo de"

domingo, 8 de agosto de 2010

Tomá

hay vida en este planeta.
los verdaderos ojos
nos cuentan como ovejas,
y pasamos uno y otro,
tan palpables e insensibles.
lejos del templo
sobran los imposibles
y nunca alcanza el tiempo
para hacer algo con tu vida,
y la das por perdida
cuando ves desde lejos,
que mientras buscas otros reflejos
se te derrite el espejo.
y te das por vencido
cuando ves que tenés mil caras,
no crees haberlo merecido
aunque de eso tengas ganas.
apagá una tras otra las radios
hasta que quede sólo una
apagame también a mi
y deja que hable la luna:
existe el silencio,
el azul nacido en libertad,
es verdad, somos masa en el vacío.
nada es claro, pero estamos.
la sincronicidad te llama.
te dice al oído
que no eches a perder tanto
y que sepas escuchar tu llanto
tan lejos desde donde estás.
Callá todo y fijate
si te estás llamando.