domingo, 18 de julio de 2010

Uno

Tal vez, sin una visión de la forma ideal que busco al escribir, me sea más fácil remontarme. Y tal vez, sobre la marcha aparezca como de la nada o en el último punto, dándole sentido a todo lo que hasta ese momento venía colgado de la nada. O simplemente quiera llevar una bitácora de la vida de bichitos que comen y comen de a poco mi consciencia.
¿Dar forma o seguir?
¿Qué pasará cuando uno rompa con el aire? Su respiro de alivio podría confundirse con la explosión del único agujero en un globo a punto de estallar. Como un estornudo. Imposible cerrar los ojos. Y mientras, las partes se van pegando a palabras, traduciéndose en códigos hablados en ésta dimensión, la de la realidad. La verdad será otra cosa. Será sólo una palabra usada para definir lo indefinible. Una muy precaria cárcel de letras para una avalancha de silencio. Y, desesperada, intenta encerrar entre sus seis letras a un ente de la otra dimensión, esa que sólo quiere que arañemos desesperados su superficie, casi burlándose por no encontrar la forma de hacer entender que hay cosas que estarán sumergidas por siempre, lejos de manos que se asirán desesperadas hasta que se comprenda lo bello que es lo inefable.

2 comentarios:

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  2. Claro que me acuerdo :)
    Muy buen texto, me quedo con la "definición" de verdad.
    Trataré de volver a ser parte del mundo blogger, quizás lo logre.
    Saludos.

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